José Antonio Bardisa Echeberria - Junio de 2011
.Vaya por delante que esta carta no quiere ser oportunista y mucho menos tratándose de una muerte. Es más, no es la primera vez, y no será la última, que ponemos en conocimiento del Ayuntamiento de Bilbao la situación que se produce en el edificio situado en la Cuesta de Olabeaga, frente a la entrada de urgencias del hospital de Basurto, donde el pasado 29 de mayo encontraron el cadáver de una persona. Un luctuoso hecho que ha dejado a la luz un problema al que los poderes públicos no son capaces de darle solución.
El esqueleto de lo que iba a ser un tanatorio, abandonado desde hace una década, es el refugio habitual de decenas de personas que buscan en esta inmunda estructura un techo bajo el que cobijarse. Una dramática paradoja esta de vivir en lo que se iba a destinar a la muerte.
Es casi imposible calcular la población que se refugia en este espacio donde los altercados de todo tipo se desatan cada cierto tiempo. Incendios, cuchilladas, peleas… y una inseguridad ciudadana traducida en más de un acto delictivo en el barrio de Olabeaga y las cercanías del hospital.
Desde Olabeaga Bizirik hemos denunciado reiteradamente esta situación al Ayuntamiento de Bilbao. Consideramos que la administración local tiene una doble responsabilidad en este asunto. Por una parte, la de solucionar la situación de quienes precisan un lugar para dormir de manera digna y, por otra, la de permitir el mantenimiento de este esqueleto, propiedad de Funespaña, de cuyo futuro nada se sabe y bajo cuyos soportales cualquier día habrá una desgracia mayor. Por lo que consideramos que, al igual que en otras ocasiones, debiera derribar de forma subsidiaria este gran monumento a la dejación urbanística.
Por último debemos añadir que en algún medio de comunicación se ha dicho que el Ayuntamiento ha tenido contacto con los vecinos para abordar este problema. Hemos de matizar esta afirmación: somos el vecindario quienes hemos intentado que se aborde esta situación sin ningún avance hasta el momento.
El esqueleto de lo que iba a ser un tanatorio, abandonado desde hace una década, es el refugio habitual de decenas de personas que buscan en esta inmunda estructura un techo bajo el que cobijarse. Una dramática paradoja esta de vivir en lo que se iba a destinar a la muerte.
Es casi imposible calcular la población que se refugia en este espacio donde los altercados de todo tipo se desatan cada cierto tiempo. Incendios, cuchilladas, peleas… y una inseguridad ciudadana traducida en más de un acto delictivo en el barrio de Olabeaga y las cercanías del hospital.
Desde Olabeaga Bizirik hemos denunciado reiteradamente esta situación al Ayuntamiento de Bilbao. Consideramos que la administración local tiene una doble responsabilidad en este asunto. Por una parte, la de solucionar la situación de quienes precisan un lugar para dormir de manera digna y, por otra, la de permitir el mantenimiento de este esqueleto, propiedad de Funespaña, de cuyo futuro nada se sabe y bajo cuyos soportales cualquier día habrá una desgracia mayor. Por lo que consideramos que, al igual que en otras ocasiones, debiera derribar de forma subsidiaria este gran monumento a la dejación urbanística.
Por último debemos añadir que en algún medio de comunicación se ha dicho que el Ayuntamiento ha tenido contacto con los vecinos para abordar este problema. Hemos de matizar esta afirmación: somos el vecindario quienes hemos intentado que se aborde esta situación sin ningún avance hasta el momento.
1 comentario:
"una desgracia mayor" ¿cual?. Si la muerte de una persona no es suficiente no se que desgracia mayor puede haber. Lo del tanatorio es una verguenza, pero el texto de Bardisa me parece oportunista y tendencioso.
Publicar un comentario