lunes, 9 de noviembre de 2009

Asociaciones vecinales del distrito 8



Los vecinos están de acuerdo en que buena parte del distrito está inmersa en un profundo proceso de mejora, tal y como anuncia el Ayuntamiento. «¡Sólo faltaba que las cosas fuesen a peor! Pero también es verdad que las cosas que se hacen es a fuerza de batallas y quejas», coinciden en afirmar algunos integrantes de las asociaciones del distrito.
Aunque admiten que hay proyectos prometedores, muestran su preocupación por cómo van a quedar algunas zonas después del zafarrancho de obras. En Basurto, por ejemplo, ante el derribo del viaducto -cuya desaparición, prevista para 2012, culminará una clamorosa reivindicación- recuerdan al Consistorio «que es hora de plantearse cómo se puede regenerar la zona». También les preocupa que tras el soterramiento de las vías de Feve -obra que está a punto de finalizar- «no se acometa seguidamente» la urbanización, explica Javier Muñoz, presidente de la Asociación de Vecinos de Basurto. También se lamenta del papel «decorativo» del Consejo de Distrito, cuya pretensión de ser un Ayuntamiento de barrio está «lejos de cumplirse». Además, asegura que problemas como la contaminación acústica que sufre el barrio, el más ruidoso de Bilbao según los mapas sonoros, y la falta de zonas verdes urbanas restan calidad de vida.
A los vecinos de Masustegi y Monte Caramelo lo que les sobra es verdor y naturaleza, pero les falta de todo lo demás. Saneamiento, falta de aceras en zonas muy usadas por paseantes, poca iluminación... «Nos sentimos relegados», resumen José Mari Fernández y Alfonso Aparicio, de la asociación vecinal.
Y luego están los que se desesperan por los numerosos tajos. Se muestran comprensivos con las molestias, pero no tanto con daños colaterales como «los robos» en zonas cercanas a los tajos. «A ver si la Policía pasa más», señalan Pilar Eresta y Gonzalo Galipienso, de la asociación de Santa Ana. En este sentido, Félix Huarte, presidente de la asociación deportiva Basurto, indica que el campo de fútbol de Iparralde está sufriendo «tremendamente» las obras que le rodean, con pérdida de público incluida.
«Trasera de la ciudad»
Paradójicamente, sus 'vecinos' de Olabeaga quieren todo lo contrario, «que no nos hagan más cosas». Según explican Mariví Luque y Mariví Jerez, «somos la trasera de la ciudad y no hay más que ver ejemplos recientes, como la nueva entrada a Bilbao, el acercamiento del campo de San Mamés, la entrada a los aparcamientos por el Camino La Ventosa o los futuros túneles de aliviadero contra las inundaciones». Y sus problemas no terminan ahí: «Ser el barrio menos poblado nos sitúa en la segunda línea de prioridades para las instituciones».

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