Los golpes y los castigos contra los presos políticos vascos se han vuelto a repetir durante estas últimas semanas en la cárceles españolas de Puerto I (Cadiz), Villanubla (Valladolid) y Valdemoro (Madrid), según informó ayer el movimiento pro-amnistía.
El donostiarra Sebas Lasa fue golpeado y enviado a aislamiento, -donde ha empezado una huelga de hambre-, tras negarse a recoger los bártulos que los carceleros arrojaron al suelo mientras registraban su celda. El bilbaino Gotzon Amaro también fue aislado en la cárcel de Villanubla al negarse a compartir celda con un preso común.
En Valdemoro, Aitor Olaizola, Gorka Iriarte y Iñaki Marin realizaron varias protestas exigiendo que fueran instalados en el mismo módulo. El pasado jueves, tras un plante en el patio, fueron llevados «violentamente» a sus celdas y cuando introdujeron a Marin, según denunciaron, un carcelero le propinó un puñetazo en la cara y continuó pegándole hasta que lo sujetaron. Al día siguiente, volvieron a plantarse y fueron aislados.
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