El juez Fernando Grande-Marlaska terminará pronto con la primera parte de la instrucción de las operaciones realizadas desde 2007 contra la «kale borroka» y también contra Segi. Durante este tiempo ha procesado a decenas de jóvenes, que están a la espera de la apertura del juicio oral.
Una vez que los tribunales y las autoridades españolas han asumido oficialmente la doctrina de Baltasar Garzón con reajustes de la legislación para acoger la teoría del «todo es ETA», y después de que la prensa lo elevara a los altares del estrellato mediático, el magistardo vizcaino Fernando Grande-Marlaska ha seguido la estela de su compañero «teorizando» nuevas concepciones en la lucha contra ETA y legalizando con hechos consumados nuevas vulneraciones de derechos fundamentales.
Dos imputaciones por el precio de una.
Primero Gasteiz, después Uribe Kosta, luego Donostia, pasando antes por Burlata, para seguir con Lea-Artibai, regresar a la capital alavesa, centrarse en Oarsoaldea, pasar por Barakaldo, y regresar durante un par de meses a Barañain e Iruñerria. Todas las redadas se han llevado a cabo con la etiqueta genérica de «combate a la kale borroka», pero siempre a partir de supuestos lazos con la organización juvenil Segi. Estas dos vertienes de las operaciones comandadas por el juez bilbaino, la relación que hace entre kale borroka y Segi, tienen su razón de ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario