Un joven de Deustu ha denunciado a un agente de la Policía municipal que el pasado fin de semana le sometió a diferentes vejaciones sexuales mientras le cacheaba. «Me parcheó los bolsillos y sin venir a cuento me levantó la sudadera y el niqui por detrás y me pasó las manos entre las nalgas... por el ano». El agente denunciado le volvió a poner contra la pared y, mientras le agarraba del pelo, le abrió las piernas «a patadas». Entonces, «me tocó los genitales por delante», desvela.
La edición impresa del El Correo recoge la denuncia de un joven de Deustu que el pasado fin de semana sufrió vejaciones de carácter sexual de manos de un agente uniformado de la Policía municipal mientras le cacheaba.
La agresión sucedió en la calle Blas de Otero de Deustu. Era aproximadamente la una menos diez de la madrugada del domingo 24 de enero. De repente, los dos chicos vieron «una actuación de la Policía Municipal con unos magrebíes» en la acera de enfrente. Al parecer, los agentes estaban registrando a tres jóvenes sospechosos en el interior de un portal. Su amigo empezó a grabar la escena con el teléfono móvil.
Según figura en la denuncia recogida por El Correo, un policía les descubrió y se dirigió hacia su amigo. «¿Qué estás grabando?», le espetó. A continuación, le pidió que le entregara el aparato y, tras comprobar, lo que había en el vídeo, lo borró. El uniformado ordenó después a los dos chicos «que sacáramos todo lo que teníamos en los bolsillos y la documentación».
Este agente -de unos 55 años, según el denunciante-, «al ponerme yo borde, me empujó y me dijo que me apartase», pero el denunciante se quedó. «Yo no he hecho nada, no tengo por qué sacarme nada de los bolsillos, estoy al lado de mi casa, hay gente conocida y me puede ver cualquiera», contestó.
En ese momento, apareció un segundo agente, más joven, que le dijo a su compañero: «Éste déjamelo a mí». Le colocó contra la pared con las piernas y los brazos abiertos y le obligó a sacar los klínex y el móvil que llevaba en el pantalón. Entonces, «se puso unos guantes de látex para registrarme», recuerda el joven al que le cuesta reproducir el momento, probablemente por vergüenza. «Creí que me iba a cachear sin más», pero le hizo pasar «un mal momento». «Me parcheó los bolsillos y sin venir a cuento me levantó la sudadera y el niqui por detrás y me pasó las manos entre las nalgas... por el ano».
«A patadas»
El joven se revolvió. «¿Qué estás haciendo?», le preguntó. El agente denunciado le volvió a poner contra la pared y, mientras le agarraba del pelo, le abrió las piernas «a patadas». Entonces, «me tocó los genitales por delante», desvela. El joven, que ha terminado sus estudios de un módulo de Telecomunicaciones e Informática y ahora busca trabajo, se sintió «vejado, he estado mal dos días».
El joven está convencido que el color de la piel de su amigo tuvo algo que ver en la reacción de los agentes. «No sé si fue racismo, pero si mi amigo hubiera sido blanco, no habría pasado esto».
La gazte asanblada de olabeaga denuncio ayer en su pagina web el robo por parte de la policia munincipal de dos barriles de cerveza, una caja de refrescos.....(la bebida para el concierto que tienen previsto realizar este sabado).L@s jovenes aseguran que fue un trabajador de las obras cercanas al gaztetxe quien les informo de lo sucedido.
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