jueves, 18 de diciembre de 2008

La obsesión por la video-vigilancia de PNV e IU se extiende a Bilbobus

Hasta tres cámaras plantean colocar PNV e IU en cada autobús. Comenzaron por San Francisco y Bilbao La Vieja, continuaron por Otxarkoaga y ahora el delirio controlador se extiende hasta Bilbobus. Todo ello a pesar del amplio rechazo que ha generado entre la ciudadanía. Su coste alcanzará los 260.000 euros.

El Ayuntamiento se escuda en antiguas y aisladas agresiones padecidas por chóferes. Sin embargo, reconoce que en últimos meses se han reducido estas situaciones. Así y todo, se empeña en extender la video-vigilancia hasta el Bilbobus. La propia Junta de Gobierno municipal ha aprobado el gasto de 263.527,64 euros para la colocación de equipos de videovigilancia en los autobuses urbanos bilbainos.

PNV e IU han decidido que estas cámaras de videovigilancia sean tres por cada unidad y se coloquen tanto en el interior como en el exterior del vehículo. Cada una de ellas tendrá una función diferente. Las colocadas en el interior controlarán todo lo que sucede dentro del autobús. Por otro lado, las colocadas en el exterior del autobús analizarán el recorrido de los autobuses.

Control a distancia

Un sistema de control a distancia posibilitará que el centro de tráfico del Ayuntamiento pueda acceder a las imágenes. Así, las tres cámaras de cada unidad de autobús tendrá una misión diferente: una estará enfocada hacia la cabina del conductor para vigilar, entre otras cosas, las transacciones económicas que allí se realicen, otra hacia los pasajeros y una tercera estará dirigida hacia la calle.

El precio del equipo de cámaras que se prevé instalar en cada autobús oscila entre los 2.500 y los 5.000 euros.

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