Vecinos de la localidad indicaron que el fallecimiento se produjo debido a un derrame cerebral. El eco de la noticia en Ondarroa fue enorme y rápido. Ayer mismo, aunque todavía no había trascendido el hecho en los medios, cerca de 250 personas se concentraron en señal de recuerdo.
El fallecimiento se produjo en Mazatlán (Sinaloa), donde Otxoantesana era muy conocido. Uno de los exiliados vascos en México destacaba ayer en un mensaje en internet que "todos hemos recibido un brutal golpe. Exiliado desde 1980 en Mèxico, Ondarru fue un verdadero hermano para todo exiliado que llegaba a México. Las puertas de su casa siempre estaban abiertas para ayudar a todo aquel que lo necesitase".
Otxoantesana llevaba al parecer unos días hospitalizado tras sufrir el derrame y entrar en estado de coma. Este refugiado explicó que fue operado, pero no se pudo hacer nada por su vida. "Euskal Herria pierde a otro gran hijo y nosotros a un entrañable hermano", concluye.
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